Abraham (Bram) Stoker, autor de la famosa novela de terror, Drácula, nació en Dublín en 1847. Quizás su ciudad y no Transilvania, fue la inspiración para esta novela. Incluso la palabra Drácula, según el historiador McIntyre, proviene del irlandés ‘Droch Ola’ que significa ‘mala sangre’. McIntyre, también asegura que Stoker nunca visito Rumanía y no tenía conocimiento de Vlad el Empalador. Os voy contando:
Stoker fue un niño enfermizo y que no pudo caminar hasta la edad de siete años aunque su salud fue mejorando y llegó incluso a ser un buen atleta y futbolista durante sus años universitarios en Trinity College donde se graduó en matemáticas. En 1878, Stoker se casó con Florence Balcome. Curiosamente, su padrino fue el también escritor irlandés, Oscar Wilde y que fue, con anterioridad, novio de la recién casada.
Durante sus convalecencias, su madre, le contó infinidad de historias y leyendas irlandesas. Entre ellas, la de la epidemia de colera que llegó desde China a Irlanda en 1832. Al parecer, ella misma vio como enterraban en fosas comunes a gente aun viva y que para no tocarles, les atravesaban y empujaban a las fosas con palos. De aqui quizás la idea de los fallecidos volviendo al mundo terrenal para vengarse de los que les enterrarón.
También las historias de la Gran Hamburna irlandesa (1845-1850), con miles de seres de rostros pálidos y ojerosos caminando por las calles y caminos de Irlanda, pueden ser parte inspiratoria de los personajes de su novela. Finalmente, las criptas con momias y pasillos subterráneos de algunas de las antiguas iglesias dublinesas que Stoker visitaba, pueden ser ideas para su novela.
En el 2009, Dacre Stoker (su sobrino-nieto) junto con Ian Holt, presentarón la novela Dracula: The Un-Dead. Basada en notas originales del autor, quisierón volver al original y mostrar las muchisimas alteraciones que se le han hecho a la novela tal y como la escribió Bram Stoker.
Seguro que todas esas experiencias e historiasr influyeron desde muy niño y plasmó todo lo que imaginaba su mente infantil con la forma que puede darle un adulto.
La verdad es que esas realidades que cuentas durante la a epidemia de cólera y la gran hambruna, seguro que podían llegar a ser más escalofriantes que la ficción.
Otra historia interesante!
Totalmente de acuerdo contigo. Todas esas historias seguro que le influenciaron.